El verdadero ciudadano digital

El ciudadano digital no es sólo el que tiene acceso a las tecnologías de la información; sino el que adquiere su personalidad jurídica y social a través de los bytes.

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En la historia reciente, diversos sociólogos han definido al ciudadano digital como la persona que tiene acceso a una red de internet para conectarse al mundo de la información; pero, en los hechos, no puede entenderse la personalidad jurídica y social de los actuales ciudadanos sin el aspecto digital, pues la tecnología es la encargada de guardar los registros de nuestra existencia.

La vida y la información de los seres humanos, hoy en día casi sin excepción, se encuentra bajo resguardo en un archivo de computadora, o bien, en un sistema avanzado de almacenamiento digital. Los registros de nacimiento, estado civil, educación, afiliación política, historial crediticio, trayectoria profesional y hasta expediente médico son parte del mundo digital y, por lo tanto, albergan los perfiles de ciudadanos digitales.

Las más de 100 millones de personas infectadas en todo el mundo con el virus SARS-CoV-2​ no necesariamente tienen en su totalidad acceso a internet; pero sí forman parte de una estadística global que hace posible a las autoridades de los diversos países, y los organismos internacionales, tomar decisiones trascendentales sobre su salud, su economía y su futuro.

El ciudadano digital es entonces, según las más modernas corrientes de pensamiento, aquel que se beneficia de las Tecnologías de la Información; de manera independiente a su nivel de acceso a estas mismas o a su capacidad para apropiarse y sacar provecho de ellas.

Todos somos ciudadanos digitales. El reto de autoridades y sociedad consiste en equilibrar el control que cada uno de nosotros tiene sobre estas herramientas, para generar desarrollo personal y de nuestro entorno.